lunes, 5 de marzo de 2018

Social de Peratallada y GP Inauguracíon de Les Franqueses

Hace ya nueve días se daba el pistoletazo de salida de la temporada de ciclismo en Catalunya, con el Gran Premio Inauguración de Les Franqueses.
Aunque vayamos primero veinte días atrás, cuando disputé mi tercera carrera social en Peratallada, aquella vez sin percances y acabando muy contento. 
Tres vueltas a un circuito llano de casi 26 kilómetros, para un total de 91 kilómetros totales. 
Un equipo de diez tíos franceses, muy fuertes y bastante locos. Y otros dos equipos, otro francés y uno holandés, mucho más locos que fuertes. 
Y unos cuantos que queríamos intentar liarla y desmontar a esos equipos, sin éxito. Entre ellos los López brothers y el que aquí escribe. 
Desde el primer momento carrera rapidísima con continuos ataques, algunos de los cuales seguí, aunque consiguiendo más dolor de piernas que distancia con el pelotón. Ismael no dejó de intentarlo, Carlos y yo lo seguíamos probando, pero los franceses lo tenían controlado. La última vuelta fue aún más locura si cabe que las anteriores, ataques a cada segundo y salidas de rotondas a más de 50 por hora, lo que provocaba un látigo que ya a esas alturas empezaba a pasar factura. Varios momentos a punto de romperse el grupo, que al final uno u otro acabábamos salvando, para llegar a un sprint masivo (el primero de mi vida) y acabar en el puesto 27. 
Fueron 91 kilómetros en 2h00', a 45,5 km/h.

Con este buen recuerdo y unos últimos días de buenas sensaciones en los entrenamientos llegaba a Les Franqueses, aunque en nada se iba a parecer esta carrera a la de Peratallada. 
Por delante 4 vueltas de 38 kilómetros, con 600 metros de desnivel positivo en cada una, para un total de 152 kilómetros. 
Desde hacía tiempo me habían avisado varias personas que ésta era la carrera más dura de la temporada, y así empecé a creerlo dos días antes, cuando Ismael me enseñó y detalló el circuito. 

El ambiente es brutal, todos los coches de equipo con muchos corredores de un nivel increíble. Entre ellos dos ciclistas de categoría Continental Profesional. 


La carrera sale a un ritmo que permite no hiper ventilar, pero dura poquito y en el primer repecho (el más duro) de la carrera ya hay unos cuantos corredores que se descuelgan del grupo. Llevamos 8 kilómetros y aunque las sensaciones son buenas, ahora ya la hiper ventilación ha venido para quedarse. 
Completamos la primera vuelta con tres corredores escapados (entre ellos Adrián Merino, con el que he tenido el placer de compartir algunos entrenamientos), y unas cincuenta unidades menos en el pelotón. A partir de aquí es una lucha constante por no quedar cortado. La gente se descuelga con facilidad y tapar los huecos cada vez supone un esfuerzo mayor. Sobre el kilómetro 50 hay un arreón, el corredor de delante mío se aparta y mis piernas van igual o peor que las suyas, así que ni intento conectar con el grupo. Nos juntamos siete corredores, entre los que está mi compañero de equipo Marcos. Durante 30 kilómetros no levantamos el pie, pero el grupo está cada vez más lejos (5' nos dicen desde la moto), así que estamos fuera de carrera y decido seguir 5 kilómetros más, para juntarme con mi madre, Carlos y Marta, y acabar así mi aventura en esta carrera de locos. 
Han sido 85,7 kilómetros con 1331m de desnivel a 35,3 km/h. 


Me ha faltado experiencia, es mi primera carrera de verdad y nadie me iba a regalar nada. Pero también me han faltado piernas, y hay que seguir trabajando aún más duro para acercarme a donde quiero estar. 

Este próximo fin de semana toca doblar en Sabadell, sábado tarde y domingo mañana.



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