Durante este tiempo, como siempre, he tenido mejores y peores momentos, pero la verdad es que en general he estado entrenando bastante, y sobretodo entrenando bien. Han sido semanas de 20-22 horas semanales de tute, y de tute del bueno. Cuando te pones en manos de alguien que sabe mucho, todos los metros que se nadan, se pedalean o se corren, son metros de calidad. Aprovechar al máximo cada uno de los entrenamientos, a parte de exhausto, te deja una sensación de satisfacción muy reconfortante.
Pues con todo ese volumen acumulado y mejor asimilado de lo que pensé en un principio llegaba a esta carrera tan peculiar y tan difícil de plantear. El plan estaba claro, ir sin reloj, y salir fuerte yendo por sensaciones, eso que taaanto me cuesta. Por supuesto, hago la de 15 km.
Después de calentar menos de lo debido (como siempre), me coloco en la línea de salida, en tercera fila y rodeado de todo tipo de fauna. Después explico esto de la fauna.
Se da la salida y se escuchan todos los piii de "inicio de carrera" de todos los relojes de mi alrededor. Me siento un bicho raro!
Al poquito de salir ya se abren huecos y me quedo en un grupo de 4 o 5 unidades. Se que vamos rápido, pero voy "cómodo".
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| Éste no es el grupo de 4 o 5, como podéis ver... |
Pasamos el km 5 en 18'02, medio minuto más rápido de lo que yo tenía previsto. Ya la hemos liao!
Veo que ese no es mi grupo y decido descolgarme. Juanjo me acompaña unos metros, y ese trocito se hace mucho más ameno. Me pasan algunos que van demasiado rápido, así que decido no seguirlos y mantengo mi ritmo, que cada vez es menos cómodo. Aún así, paso por el km 10 en 37'12", y no voy tan mal. Aunque esa sensación cambia un kilómetro después.
A partir de aquí, noto que las piernas empiezan a pesarme, y al pasar por el km 12 me entra flato, aunque confío en hacerlo desaparecer. Al contrario de lo que pensaba, el flato sólo hace que aumentar, y empieza a dolerme bastante.
Vuelve a aparecer Juanjo, cómo si hubiese oído mis lamentos internos y hubiese decidido llevarme hasta el final. Son dos kilómetros de mucho sufrimiento, el flato cada vez hace más mella y mi ritmo decae sin control. Juanjo no deja ni un segundo de animarme, y sus ánimos son el único motivo por el que no me pongo a caminar. Así llego a meta, con más pena que gloria y maldiciendo esos últimos tres kilómetros. El último parcial fue de 19'39", mucho más lento de lo que me hubiera gustado, para acabar en el puesto 15, con 56'51".
Gracias a todos y cada uno de los compañeros que me crucé durante la carrera y me dedicaron sus ánimos. Oír (porque más que ver, oía) esos gritos producía un empujoncito muy agradecido en mis piernas.Muchas felicidades a todos los que cumplisteis vuestro objetivo!
Lo prometido es deuda (a veces más que deuda, es duda), así que voy a explicaros eso de la fauna, aunque seguro que más de uno ya lo imagina. Son esa gente que no corre precisamente rápido, pero se colocan en primera, o como mucho segunda fila en la salida. Supongo que es para la foto, aunque yo no le veo mucho sentido a hacer el ridículo de esa manera. Hay un caso en particular muy curioso (o penoso). Hay un hombre del club La Sansi, con camiseta amarilla fosforita, tapings por todo su musculado cuerpo, medias compresivas, manguitos, mp3, y cualquier accesorio imaginable. Este individuo se coloca adelante, con la gente que corre mucho (entre los que no me incluyo, que quede claro), y cuando se da la salida, sale literalmente esprintando los primeros 200 metros para salir en la foto, y luego ya coge su ritmo mientras sus compañeros de fila de salida lo adelantan como balas. Lo he visto hacerlo ya en tres carreras, y no diré su nombre por eso de la intimidad, pero tenía que compartirlo con vosotros! Jajaja
Ahora toca seguir entrenando con el duatlón olímpico de Banyoles como objetivo dentro de tres semanas.
Ánimo a todos con vuestros objetivos, no os olvidéis de ser felices!
Abrazos!!!
