domingo, 11 de octubre de 2015

Half Empuriabrava (Final de temporada)

Hacía semanas quería acabar la temporada con un half, y finalmente surgió la oportunidad de hacer el de Empuriabrava. Vine aquí con la familia así aprovechamos para pasar el puente. Un planazo vamos!!
Como siempre me gusta hacer, llego a boxes con tiempo para no estresarme. La tarde anterior sólo había dejado la bici así que queda todo por preparar. Nada más coger la bici para hinchar las ruedas, patapam, primera sorpresa. Rueda trasera clavada. Ya sabía que esa rueda daba problemas, pero creía haberlos solucionado, así que me acabé decantando por ellas, sobretodo porque mi bici está muuuy bonita con ellas! Jajaja. Aquí empieza el calvario del día, son las 8:20 y faltan 40 minutos para la salida. Intento hacer lo que había hecho anteriormente para "centrar" la rueda, pero en cuanto la apoyo en el suelo se vuelve a clavar. Salgo de boxes porque empiezo a estresarme mucho allí dentro sin poder moverme. Son las 8:30.


Sigo intentando solucionar el problema, me subo en ella, pedaleo un poco y en cuanto hay una pequeña vibración o bache se vuelve a quedar clavada. Saco la rueda y me doy cuenta de que la llanta está doblada, y por tanto, o me roza en la horquilla o me roza en el freno. Decido abrir la pinza de freno y que sea lo que dios quiera, aunque sé que al primer bache va a empezar a rozar. Dejo la bici, y salgo de boxes a las 8:45, sin poner el neopreno, sin calentar, y con las pulsaciones por las nubes. Me visto rápido y me dirijo a la zona de salida, que por cierto, me queda a tomar por culo. Me tiro al agua, siempre me gusta hacerlo antes de la salida, aunque sólo sea para hacer aguas menores.
Me coloco en segunda fila, y en breves se da la salida.


Como suele pasar en media distancia, salida bastante limpia, buscando un lado del grupo para ir más cómodo. Llegamos a la primera boya a unos 150-200 metros, giramos a derecha y a partir de ahí se va alargando el grupo, hasta que el chico que me precede hace algo raro y se corta. Cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde para intentar enganchar yo solo, así que me pongo delante del grupo para subir un poquito el ritmo. Y así llegamos a la transición (larguísima por cierto). Salgo del agua en 29', sobre la posición 15.


Transición muuuy lenta y me subo a la bici con muchas ganas de disfrutar.
A los pocos metros, la carretera me regala un pequeño bache a mi paso, pero me temo que suficiente para hacer que la rueda roce ligeramente con la pastilla de freno.



Intento olvidarme de eso y aunque noto que me cuesta coger ritmo, paso página y me recuerdo que he venido aquí a disfrutar. Tengo la boca seca y salada, así que rápidamente hecho mano al bidón de isotónico, el único que llevaba. Bidón??? No está el bidón!!! Dónde coño está el bidón?!
Bueno, a estas alturas podéis suponer que mi paciencia estaba a puntito de agotarse. Parece que cuánto más quieres disfrutar algo, más difícil se pone la cosa. Acabo de empezar la bici, la rueda trasera me va a ir rozando 90 kilómetros, y voy a tener que esperar más de 30 kilómetros para llegar al avituallamiento.

Sigo empeñado en olvidarme de todo eso y seguir adelante. En el kilómetro 20 llego a la altura de Juliana, y le pido un trago de agua. En esos momentos empezaba ya a NECESITAR líquido, no bebo nada desde hace casi una hora y media, y mi mente y cuerpo lo piden a gritos.


Seguimos juntos unos metros pero poco a poco voy yendo hacia adelante. Al acercarnos a boxes para iniciar la segunda vuelta formamos un "grupo" de 5 unidades. Son 4 cabras (dos con lenticular) y yo. Pues bien, del kilómetro 45 al 60, vivo una situación un poco surrealista. Los cuatro tíos con cabra dándose relevos, de forma disimulada pero relevos se mire por donde se mire, dejando menos de 5 metros entre cada uno de ellos. Yo me mantengo el último dejando en todo momento la distancia, no quiero ser partícipe de esa broma. Pasan dos motos de la organización, le señalo con el dedo el grupo, les pido una explicación y ambos se encogen de hombros y siguen adelante.
La organización que tanto castiga el drafting y que tan alto lo proclama, parece que lo luce más en las redes sociales que en la vida real.
En el kilómetro 60 me canso de tener que ver eso y decido cambiar el ritmo. El aire pega un poco de cara, pero poco a poco abro hueco.
En el avituallamiento veo que les saco unos 30 segundos, y que siguen exactamente igual, incumpliendo las normas descaradamente. La rabia me hace apretar aún más pero una larguísima recta que hace un falso llano y pega el aire algo más fuerte, me deja con las piernas como palos. En el kilómetro 80 decido aflojar un poco, y en el 83 me absorbe de nuevo el grupo, eso sí, con menos unidades y un nuevo integrante.



Llegamos juntos a meta, contento con mi sector de bici, aunque sabiendo que he gastado mucho más de lo que debería por el roce de la rueda.

Han sido 89 kilómetros en 2h31', a 35,1km/h.

Transición algo más rápida que la primera y salgo a correr en seguida entre los 25 primeros. Veo y oigo a mi familia. Qué ganas tenía!!



Voy sin reloj, y solo pienso en ir guardando, en no pasarme, y en disfrutar de lo que queda. En seguida me doy cuenta que el recorrido no es por donde yo creía, y durante muchos kilómetros no hay nadie animando. Estoy tocado psicológicamente y eso no me va a ayudar.
Corro con unas zapatillas que hace más de un año que no uso, pero las quería probar porque me traían buenos recuerdos, pero parece que este año, mi relación con las ampollas no iba a cambiar, utilice el calzado que utilice.


En el kilómetro 2 ya noto como poco a poco, se va creando esa cosa tan desagradable justo debajo del dedo gordo. Mantengo el ritmo hasta el avituallamiento (kilómetro 5 aprox), pero en el giro el dolor ya es considerable, las piernas ya empiezan a quejarse con ganas, y a mi cabeza no le gusta ver pasar a gente por todos lados. Poco más tarde decido que cuando llegue a la altura de mi familia, me paro y dejo de sufrir. Así que troto hasta el kilómetro 10 y en cuanto los veo, me paro a un lado y aunque unos cuantos me gritan y animan para que siga, les digo que se acabó. Me miran contrariados y caminamos un poco hasta sentarnos en un banco a ver pasar triatletas corriendo. Pasan Christian, Jordi y David, y me preguntan y se preocupan por qué me ha pasado. Les digo que tiren rápido y luego hablamos!

Felicitar a los tres por sus carrerones, sus ánimos y su preocupación.


Puesto aquí parece sencillo, parece fácil tomar la decisión de tirar la toalla. Pero para aquellos que nunca hayáis estado en la situación, os aseguro que es algo muy duro y jodido. Te decepcionas a ti mismo y sientes que decepcionas a los que te quieren y apoyan. A veces se sufre mucho físicamente en este tipo de pruebas, pero a veces se sufre mucho más psicológicamente cuando pasan estas cosas.


Gracias a Dama, Ana, Carla, Marta, a mi familia, y a todos aquellos que me gritaban aunque no pudiera ni mirarlos.

Felicidades a Vicenç y Manel por sus pedazo de remontadas y su enorme recompensa en forma de podios!!

Por fin ha acabado la temporada, tengo mucho sobre lo que pensar. De cara al año que viene habrán cambios, eso seguro. No sé si negativos o positivos, pero los habrán.

Ahora toca descansar, desconectar y aprender de todo lo que ha pasado este año, sobretodo de lo malo para que se repita lo mínimo posible.

Como siempre, un millón de gracias a todos por los ánimos!

Abrazos y hasta pronto!!






Vistas de página en total