domingo, 22 de marzo de 2015

Vivir es algo más que respirar!

Era viernes 20 de Marzo, y sencillamente se me cerraban los ojos de dolor al intentar enjabonarme en la ducha. Acababa la cuarta sesión de natación de la semana, para acumular un total de 11500 metros. Una  ridiculez para cualquier nadador y seguramente para la mayoría de triatletas, pero algo que creo que yo nunca antes había hecho. Muchas series, tanto largas como cortas, palas, aletas, técnica... Horas en el agua solo, a veces preguntándome qué sentido tenía sufrir (física y mentalmente) de esa manera, rodeado de abuelos y jóvenes mirándome raro. Todo por intentar mejorar ese maldito sector que siempre se me atraganta compitiendo.


Todo esto me hizo pensar durante las horas siguientes, en toda esa gente que sacamos tiempo y fuerza de dónde no lo hay, para vivir. Y con vivir me refiero a elevar esa palabra a su máxima expresión. Me refiero a, de una forma u otra, intentar cumplir nuestros sueños.
No entraré en la fiebre de "finisher", porqué los que me conocéis ya sabéis que para mí, eso de ir a una prueba "a acabar" es una tontería y probablemente un acto de inconsciencia. Que nadie se ofenda, y si alguien se ofende, estoy más que dispuesto a discutirlo con las mejores de las formas y el mayor respeto.
También valoro y mucho, a toda esa gente que hace lo mismo que nosotros, pero con sus otras pasiones. Ya sea aprender a cocinar, aprender uno o varios idiomas (algunos deberían aprender a escribir en el suyo propio, primero de todo), programar ordenadores hasta horas intempestivas, arreglar coches o motos, viajar, pintar, dibujar, escribir, o cualquiera que sea su pasión. Pero como a mi lo que me apasiona es el deporte en general y el triatlón en particular, hablaré un poco sobre ello.


Pues como decía al principio. Todos esos madrugones durante el año, haga frío o calor. Salgamos a entrenar antes o después de que los primeros rayos de Sol iluminen la carretera, la montaña, o se cuelen por las cristaleras de la piscina. Dejemos en casa a nuestra pareja, a nuestra familia, a nuestro perro, o simplemente dejemos la pereza que nos unía a la cama con una fuerza descomunal. Pero es esa fuerza descomunal la que utilizamos para salir de esa zona de confort y buscar hasta dónde somos capaces de llegar.


¿Y para qué?, os preguntaréis todos aquellos que no sepáis de lo que hablo.

Para acabar la carrera en el puesto 30, en vez de en el 50? Para acabar de una vez por todas delante de aquel amigo tuyo que siempre te acaba ganando en los últimos 500 metros? Para bajar un minuto el tiempo del año pasado en esa misma carrera?

Pues sí, seguramente la mayoría de nosotros no peleamos por el podio, ni normalmente por una clasificación para una prueba importante, ni aún menos por el primer puesto de ninguna competición.
Pero aún así, encontramos motivos, razones y motivaciones para seguir ahí, al pie del cañón. Como decía, trabajamos, tenemos familia, pareja, perro, gato, y muchas veces ganas de descansar, Pero son más fuertes las ganas de salir a entrenar. Y no es anteponer el entreno a nada. Para mí, que yo entrene es bueno para la gente que me rodea, porqué es el deporte el que lleva años formando mi carácter, mis valores, mi forma de ver las cosas y relativizar los problemas. Es una vía de escape que si se utiliza de la forma adecuada, para mí, no tiene contra indicaciones.

Así que, en definitiva, con estas palabras, solo pretendo valorar el esfuerzo de todos vosotros, que estoy seguro que de una forma u otra, lucháis en la medida de lo posible para conseguir vuestras metas y cumplir vuestros sueños.


La felicidad está en esos pequeños momentos que normalmente valoramos cuando ya han pasado. En esas salidas en bici con uno o varios grandes amigos. En esas series en un parque, o en una piscina, dónde mucha gente se pregunta si es que te persigue alguien para respirar de esa forma tan acelerada. En ese momento de bajar un minuto el tiempo del año pasado en aquella carrera. En esos días en que haces que tu amigo saque adelante el entreno con tus palabras de ánimo, y viceversa. Y en muchos más momentos que si mencionara, seguramente muchos me tomaríais por loco.

Yo, por mi parte, llevo un tiempo entrenando bien. Con buenas sensaciones, cumpliendo con la planificación, y rodeándome de gente maravillosa que este mundillo me permite conocer. Agradezco a Joan, mi entrenador, su paciencia conmigo y que me siga transmitiendo esas ganas y esa motivación de seguir empujando el límite cada vez un poquito más lejos. Si pensáis haceros un estudio biomecánico, no creo que encontréis a nadie mejor, así de claro.


Y también a Pere, de Quiroactiva, que siempre está ahí cuando lo necesito, para arreglarme cualquier desperfecto. Con gente así al lado, es muy difícil rendirse.


Aunque esto considere que es algo demasiado personal como para escribirlo en un lugar totalmente público y yo no soy de expresar mis sentimientos en estos sitios, hay una fuerza que me hace seguir escribiendo. Sí, como aquella que me hace salir de la cama a por 4 horas de bici en los días más fríos.

Yo tengo un sueño. Y mi sueño es disfrutar al máximo de lo que me ofrece la vida, en concreto la vida deportiva. No sé dónde estaré de aquí a diez años. Ni siquiera sé dónde estaré de aquí a dos meses. Lo que sí que sé, es que pienso esforzarme cada día para ser mejor. Mejor hijo, mejor hermano, mejor nieto, mejor amigo, mejor pareja (cuando toque), y también, mejor triatleta. Voy a luchar por mi sueño, y llamadme loco, pero no quiero pasar ni un solo día de mi vida sin hacer aquello que me gusta, La vida es demasiado corta, y a veces demasiado injusta, como para gastar nuestro tiempo en hacer aquello que se supone que se debe hacer. Así que mientras pueda, disfrutaré al máximo de aquello que quiero hacer.

Hay una frase que me recuerda a una de las personas más importantes de mi vida.

"If you can dream it, you can do it"

Esa frase me acompaña cada día desde que me levanto hasta que me acuesto. Y así seguirá siendo.


Hablando ahora de mi temporada, ahí van mis tres próximos objetivos:

- 26 de Abril, Triatló Doble Olímpic Terres del Ebre.

- 17 de Mayo, Ironman 70.3 Calella.

- 7 de Junio, Triatló B de Banyoles.




El propósito es debutar sin presión en la media distancia en Terres del Ebre, y así poder competir de verdad en Calella, dónde sacaré lo mejor de mí.

Para los amantes de los números y los que me preguntan a veces, aquí van los volúmenes de estos últimos 8 días en los que he tenido vacaciones del trabajo. (Ojalá pudiera entrenar siempre así)

- 11500 metros de natación.

-  300 kilómetros de bici en carretera  (Más 1 hora de rodillo)

- 61 kilómetros de carrera a pie

En total casi 19 horas de entreno.


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