domingo, 7 de septiembre de 2014

Triatlón Olímpico de Banyoles (17º)

Tenía muchas ganas de competir en Banyoles y por fin nadar en el lago, en aquel entorno tan mágico por todos los recuerdos que me trae y toda la energía que me transmite.
No había entrenado tanto como me hubiera gustado, y la verdad es que las muchas horas de trabajo de esta semana me hacían llegar bastante cansado y con mucho dolor de piernas, aunque confiaba que una vez allí todo lo malo desapareciera.

Fui con Pau, que iba a debutar en triatlón, y sus padres, comimos prontito, dejamos la bici en boxes con tiempo y bueno, a pasear un rato antes de tirarnos al agua a calentar.

Lo que pasa ahora es el primer momento vergonzoso e indignante del día. Llego algo tarde al "pontón" donde estaban todos los triatletas esperando a tirarnos al lago y hacer la salida desde el agua. La jueza dice que nos tiraremos al agua, nos colocaremos en aquella línea imaginaria y que se dará la salida con un silbato. Pues bien, me tiro al agua tranquilamente para poco a poco ir ganando posiciones antes de la salida. Mi sorpresa llega cuando me paro en esa línea imaginaria, levanto la cabeza y veo a unos 70 tíos por delante de mi nadando a muerte. Me giro, y mientras unos gritan indignados, otros empiezan a nadar para recuperar puestos. Deduzco que se ha dado la salida, o que como siempre la gente pasa de todo, y empiezo a nadar intentando recuperar posiciones, aunque sin dejar de pensar en lo vergonzoso de la situación. Esto pasa día sí día también, y no consigo entender cómo no se pone solución, me parece penoso y dice muy poco bueno sobre nuestro deporte.
Llegaba con muchas ganas de nadar fuerte y hacerlo bien, y me veo en una situación que no me esperaba, por circunstancias ajenas a mi, eso me frustra y nado todo el rato indignado, y pensando en abandonar en cuanto salga del agua, aunque por suerte ese pensamiento va desapareciendo a medida que me acerco al final del segmento.


Salgo del agua en poco más de 23', en el puesto 60. Hago una transición normalita, y empieza el espectáculo.

Cojo la bici y nos juntamos Iván Limia, Sergi Martínez y yo. Los 20 primeros kilómetros de este sector serían los más espectaculares que he vivido hasta ahora en competición. Hacemos esta primera mitad del segmento a una velocidad de locos, ellos dos llevan el peso de la persecución y yo ayudo y relevo, aunque en menor medida, me llevan con el gancho pero está siendo muy divertido. Subimos los repechos a 40km/h y nos la jugamos en las bajadas por esas preciosas carreteras. No paramos de coger a gente, algunos se enganchan y otros se quedan. Hasta que tras dar alcance a varios grupos montamos un pelotón de unas 30 unidades. En ese momento mi cuentakilómetros marcaba 42,1 km/h de media. Nos relajamos y nadie da un relevo.
Aquí empieza el segundo momento vergonzoso, indignante y hasta cómico del día. Durante un buen rato rodamos a 26-28 km/h en el llano, paseando, y nadie se digna a tirar o a dar un relevo. La gente va hablando, explicándose la semana, etc. Así que decidimos jugárnosla en la carrera a pie en vez de intentar coger al grupo que nos precedía.
Circuito de bici precioso, que completo en algo menos de 1h06'.

Llegando a la transición a todo el mundo le vuelven las fuerzas misteriosamente y se pelean por bajarse en posiciones delanteras.

Hago una rápida transición y a correr. Desde los primeros 500m sufro el dolor de una rozadura que se me está haciendo en el tendón de aquiles a causa del chip, y van apareciendo ampollas varias a medida que pasan los kilómetros. Es un recorrido precioso pero que se me hace duro. Contento porqué he aprendido a sufrir, a mantener el ritmo a pesar del dolor y de las ganas de parar. Eso me hace adelantar a tres o cuatro triatletas que habían salido más rápido que yo.
Acabo este segmento en 39'22", un tiempo aparentemente lento, pero que no lo es tanto cuando miro el del resto de los competidores.

Entro en meta en la posición 17, con 2h08'53".

Llevo 3 carreras seguidas entrando en esta posición, al final le cogeré el gustillo al número.

Contento porque he vuelto a ser competitivo y tengo un mes para coger ese puntito más de cara al Garmin Triatlón de Barcelona.

Estos follones en las salidas y las garrapatas que sólo saben ir a rueda, me van dando ese empujoncito para probar la media distancia y que se acaben esas tonterías.

Felicitar a Pau por el tiempazo que se marcó en su debut, superando con creces las expectativas de todos, incluso las suyas propias.


Esta vez no hay fotos, sólo os podría poner alguna de mis asquerosos y malheridos pies y creo que no os gustarían mucho!

Gracias a todos los que me animáis y me dais fuerzas para seguir entrenando!

Abrazos!


http://triatlo.org/federacio/images/140146adj_Clasbanyoles.pdf

Vistas de página en total